18 de febrero de 2014

Más difícil todavía

El periplo del equipo esta temporada no está siendo nada fácil. A la plaga de lesiones de larga duración se nos han ido sumado otras circunstancias que han complicado mucho las cosas, tales como la imposibilidad de asistir todos los miembros a los partidos. Pero incluso el día que acudimos sólo seis jugadores al encuentro y sin portero, aún cabe la posibilidad de que el choque se ponga más cuesta arriba.

Así sucedió el pasado sábado, cuando nos tocaba enfrentar al Giraldillo. A pesar del panorama, con Carlos Ramos haciendo las veces de portero y sólo un cambio disponible en el banquillo, el equipo hizo uno de los mejores arranques de partido en lo que llevamos de temporada. Aguado y Fernan comandaban la defensa desde atrás, mientras que Alberto y Javi trataban de asustar al contrario lanzando rápidas contras.

El primer tanto cayó de nuestro lado: Javi aprovechó un buen robo en zona adelantada para sorprender al meta desde lejos. Otros dos nuevos zarpazos al contragolpe, culminados con goles de Alberto y Aguado, nos pusieron pronto con 3 - 0: era difícil imaginar un comienzo mejor. El equipo sufría poco en defensa y hería mucho cuando volaba hacia el área rival.

Pero entonces comenzó a torcerse el partido. El árbitro entendió que Fran Pastor, que acababa de recibir tarjeta amarilla, trataba de molestar el saque de banda de un rival, por lo que le mostró la segunda y, consecuentemente, fue expulsado. Todo ello cuando aún quedaba muchísimo por disputarse.

El Giraldillo aprovechó la superioridad momentánea para hacer el 3 - 1. Tras ello, ya con cinco hombres en pista, nos recompusimos y todavía fuimos capaces de marcar un gol más, de cabeza y obra de Javi. Poco antes del descanso encajamos otro tanto que supuso el 4 - 2 con el que concluyó la primera parte.

La segunda mitad arrancó con fuerza y se sucedieron ocasiones en ambas porterías, aunque con poco acierto por los dos bandos. Pero el transcurso de los minutos, sin nadie en el banquillo que pudiera entrar a refrescar al equipo, fue inevitablemente mermando nuestro físico. Por mucho que tratáramos de cerrar todos los espacios, cada vez eran más frecuentes las intervenciones de Carlos Ramos, nuestro improvisado portero.

Finalmente se completó la remontada del Giraldillo, fruto no solamente de nuestro cansancio, sino también de su constancia. Un trallazo al palo de Alberto con 4 - 5 pudo cambiar el desenlace, pero no se pudo. Ya con el equipo exhausto encajamos otros dos tantos, que establecieron el 4 - 7 definitivo.

Del partido hay que destacar, sobre todo, el enorme esfuerzo que realizaron Carlos, Fernan, Aguado, Alberto y Javi, así como el apoyo que mostró Fran desde el banquillo, una vez que el árbitro le privó de ayudar en la pista. El próximo domingo, ahora ya sí, seguro que comienza a mejorar nuestra suerte y remontamos la situación.

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