26 de febrero de 2013

Conocemos el camino

Muchos goles se vieron en el partido entre Dipán y Farfán del pasado sábado. La mayoría, por suerte, cayeron de nuestro lado y el 9 – 4 final, personalmente, lo considero justo. Ambos equipos batallaron en un precioso intercambio de golpes, cada conjunto con sus armas, pero los nuestros se mostraron más acertados durante el choque. También resultó determinante que ellos no contasen con su cancerbero habitual y, por el contrario, Fran se encontrase especialmente cómodo defendiendo la meta farfanera.

Supimos reponernos a un inicio titubeante. Empezamos muy fríos y nos lo hicieron pagar con un gol en contra. Paulatinamente fuimos ganando en confianza y, con ello, también en juego. No tuvimos que esperar demasiado hasta que apareció Marrufo para establecer el empate. El 2 – 1 fue obra de Javi y, poco después, llegó la obra maestra de Aguado: una jugada individual fantástica en la que dribla a dos rivales y realiza un autopase a un tercero, para terminar definiendo a la perfección en el mano a mano con el portero.

El 3 – 1 cambió la dinámica del encuentro. Dimos un paso atrás para esperar sus embestidas y poder contragolpear con espacios. Así llegó el 4 – 1, aprovechando Javo un saque rápido de Fran, quien la puso en el justo sitio para que el ‘6’ sólo tuviera que superar al guardameta.

El principio de la segunda parte fue muy movido. Al igual que ocurriera en el partido de ida, el Dipán salió con mucha más hambre y ambición. Consiguieron arrinconarnos por momentos e hicieron suyo el dominio de la pelota. Simo ya había transformado un penalti cuando se sucedieron tres goles en contra muy seguidos.

Con el 5 – 4 el partido estaba muy abierto, pero emergió nuevamente la figura de David para cerrarlo del todo. No contento con haber hecho un tanto y provocar un penalti, encontró la inspiración y firmó un auténtico recital en el tramo final del choque. Volvió a marcar por dos veces, uno de ellos tras jugadón individual, y asistió a Aguado tras sortear a cuantos rivales trataron de pararle. Todo ello acompañado de un enorme esfuerzo en la presión y un gran sacrificio en defensa.

Eso sí, no todo fue atacar y marcar goles. Atrás tuvimos que aplicarnos muchísimo y bregar a destajo para que al Dipán sólo le quedara como recurso el disparo lejano. Tanto trabajo no habría obtenido recompensa si Cróket no hubiese parado todo lo que le llegó. Para la galería quedó una plástica “palomita” con la que consiguió desviar al poste un potente y ajustado chut.

Todo ello, junto con un gol que se anotó un defensa rival en propia puerta, dio como resultado tan abultado marcador. Así superamos a un gran equipo que pasa por momentos difíciles y que, sin ninguna duda, arañará muchos puntos de aquí a final de temporada.

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