27 de enero de 2014

Sin premio

El partido ante Cócteles Variables fue un choque muy disputado y de una gran exigencia física. Con dos equipos que basan sus armas en una buena defensa, era previsible que hubiera pocos goles, como así fue.

Nosotros nos presentábamos con las novedades de Fran Pastor y Alberto Carrascal, quienes se enfundaron por primera vez la zamarra farfanera. Una buena jugada de este último sirvió en bandeja el primer gol a Bermudo cuando se alcanzaba el ecuador de la primera mitad.

Sin embargo, la sensación no era de dominio; no conseguíamos someter al rival ni generar peligro con frecuencia. Ellos, por su parte, movían con rapidez el balón y se toparon con Cróket en más de una ocasión. También nosotros pudimos aumentar la cuenta, pero el trallazo de Fernan se estrelló en el poste. Poco después llegaba el tanto del empate coctelero, que nos mandaba igualados al descanso.

La segunda parte se desarrolló de forma muy similar. Dos equipos que se respetaban y que nunca dejaban desguarnecida la defensa y dos porteros que tuvieron actuaciones sobresalientes. Ciertamente, el partido cada vez se nos hacía más pesado y las piernas nos respondían peor; por ello, el nuevo tanto en contra supuso un mazazo, aunque nada comparable con lo que nos esperaría al final...

El BDA's trató de recomponerse, robó la posesión al Cócteles por momentos y se volcó en encontrar el empate. El encuentro se había roto y los riesgos que asumíamos podían desembocar en otro gol en contra. En ello, fue Aguado quien vio el momento justo para darle el balón a Javi que, desde la frontal, sólo tuvo que revolverse y fusilar.

El 2 - 2 había llegado a falta de apenas unos minutos. El punto podría saber a gloria tras lo mucho que habíamos luchado, pero la suerte nos fue esquiva. Cuando todo parecía terminado y el equipo se defendía del acoso coctelero, un jugador rival encontró el único resquicio por donde enviar un misil que entrase en nuestra portería.

El 2 - 3 sería definitivo, puesto que tras el gol no quedó tiempo para nada. La derrota se había consumado en un partido que habíamos peleado con brío, aunque sin brillo. El equipo tiene varias piezas nuevas y otras tantas andan lesionadas, por lo que nos costará un tiempo engrasar la máquina. Hasta que nuestro juego vuelva a ser el que deseamos, deberemos jugar con más unión y más coraje que nunca.

No hay comentarios: