Indispensable para el equipo y fundamental en nuestra defensa. Es un jugador que usa la inteligencia como principal arma para contrarrestar el ataque rival, pero a ello hay que sumarle una incomparable capacidad para situarse dentro del campo y la menara tan brillante que tiene de utilizar el cuerpo en los choques con los contrincantes. Sabe cuál es su función y la cumple maravillosamente. Partido a partido deja atónitos a propios y extraños, y es que, por algo será, Emilio Cervera es conocido futbolísticamente como “el Muro”, un mote que él eleva a la máxima potencia.
Tras dos temporadas desde su llegada, ya nadie se extraña de que sea uno de los componentes de la plantilla que cuenta con más minutos a sus espaldas. La única pega, si es que se puede considerar pega, es su poca aportación ofensiva; pero es que Emilio no está para marcar goles, sino para evitarlos y en eso no hay quien lo supere.
No cuenta con un gran nivel de técnica, aunque, realmente, no le hace falta: su capacidad táctica le es suficiente para que los delanteros rivales no puedan ver puerta. Si durante un partido observamos a Emilio, probablemente lo veamos robando un balón y soltándolo con criterio hacia los atacantes, para que estos cumplan con su deber. Eficaz, contundente, fuerte… Una maravilla de jugador.