El trayecto hacia el campo fue muy emocionante: los cánticos de la afición, que siguió al autocar del equipo hasta el Puente de la Barqueta, se dejaron oír por todas las calles por donde pasaron estos héroes; los jugadores, cada uno ensimismado escuchando el mp3, sabían lo que se jugaban y eran conscientes de que era la última oportunidad para colocar a este Club donde se merece, entre los más grandes.
El equipo salía con una disposición táctica muy novedosa: en la zaga 3 muros: Javi, Emilio (el cual cuajó un magnífico partido) y el "exquisito" Davisito un poco más adelantado. En punta, el filón: el incansable Luisito. En la banda se podía notar la inquietud presente en cada uno de los jugadores que no serían de la partida.
Arrancaba el choque muy equilibrado, con los dos equipos muy seguros atrás, quizás el equipo farfanero llevaba un poco más de peligro con las jugadas que se inventaban las botas de Luisito Style. Arriba en la grada, los urifrikeños, cada vez que tocábamos la pelota como bien sabemos hacer, nos pitaban y nos lanzaban insultos para intentar (y resalto eso de intentar) despistarnos.
Corría el minuto 10 aproximadamente cuando Sandino se saca un trallazo lejano que golpea inesperadamente en un contrario y el balón sale rebotado hacia el larguero, que lo repelió. Entró Nacho y quizá el equipo perdió lucha y regate con la salida de Luis, pero ganó en picardía y velocidad. El pequeño '11' se movía entre los defensas con el fin de sacar petróleo de alguno de esos movimientos; cabe destacar la capacidad de este jugador para desquiciar a los defensas rivales. 5 minutos después de su entrada, Nacho va con todo hacia un rival, le mete el cuerpo y le roba la bola en banda derecha, arma una contra letal, se va de un defensa, encara a otro y le da un pase preciso a David que se encontraba solo en la izquierda. Este le pegó como le llegaba y el balón se introducía en la portería del Cócteles por el primer palo. El banquillo de los nervionenses se venía abajo. Mientras, Urifriky enmudecía.
Desde el momento del gol el equipo se vio mucho más seguro y con más dominio. Sin que nos diera tiempo a digerir el primer gol, llegó el regalito del día. Davisito lanza un saque banda, el balón va directamente a portería y el guardameta, en un intento de detenerlo, se lo introduce en su propia puerta. Se desató el delirio en la parroquia farfanera. Llegaríamos al descanso con un 2-0 a favor que nos dejaba muy reconfortados. Aprovechamos para corregir algunos errores y para hidratarnos. Aunque el 2-0 parecía un resultado que podía generar tranquilidad, nada más lejos de la realidad.
El Cócteles salió lanzadísimo en busca del empate en la segunda parte. Nada mas comenzar nos metían el miedo en el cuerpo con un gol que a la postre quedaría como mera anécdota. Hay que reconocer que durante la mayor parte de la segunda parte el equipo coctelero nos tuvo enjaulados en nuestro área, sin tener más remedio que dar "bombos", pero supimos defender la situación; sobre todo, gracias a la eficacia y contundencia de Javi Sandino. El partido estaba loco, y nosotros acongojados. Ocasiones que desperdiciaba el Cócteles, balones al palo...
Pedimos un "tiempo muerto" para recomponer el equipo y que cesase por momentos el vendaval rival. Aprovechamos este "tiempo" para comunicarle al árbitro que la afición rival no tenía mejor cosa que hacer que escupir a los "cracks" que se encontraban pegados a la banda. El árbitro, sin que le temblara el pulso, los mandó a otra parte del campo donde no pudieran molestar.
A mediados de la segunda parte, el "exquisito" caza un balón en el corazón del área y lo coloca junto al palo: 3-1. Durante poco tiempo mantuvimos la tranquilidad que nos proporcionó el tercer gol. Sólo dos minutos después, el equipo rival aprovechaba una indecisión de nuestra zaga para meter de nuevo el miedo en el cuerpo y colocar el 3-2 en el luminoso. Pero, como decíamos antes, ese era el día de David: Nuestro fuera-de-serie cojió un esférico venido desde la izquierda y lo introdujo a portería vacía. 4-2. David había cumplido con su deber; no había faltado a su cita con el gol, no había dejado a su pequeño romance de lado. Hizo fútbol y lo hizo bonito. Sus 4 golazos lo decían todo y dejan claro que este chico está atravesando un estado de forma sublime.
¿Piensan que el partido ya estaba visto para sentencia? Pues no iba a ser así. Otra llegada más del Cócteles Variables se tradujo en gol cuando faltaba ya muy poco para acabar la disputa del encuentro.
Nos disponíamos a sacar de centro cuando el árbitro nos comunicó que sólo quedaba un minuto. ¡Dios mío! Quizás haya sido el minuto más largo de mi vida, ¿cuándo acabaría? Nacho coje un balón en la banda e intenta irse del defensa, éste se la roba limpiamente y se dirigía directo hacia nuestra portería... pero, afortunadamente, el árbitro pitó el final del choque y todos estallamos de alegría, y lo que no era alegría... Nacho, en una acción desafortunada, se dirigió hacia el lugar donde se encontraba Urifriki e hizo "cortes de manga" a diestro y siniestro. A éstos no les sentó nada bien. Sin embargo, fallaron en su intento de aguar la fiesta farfanera.
En definitiva, hicimos un buen partido; sobre todo, un partido muy luchado, en el que cada uno de nosotros dio lo mejor de sí mismo. Podemos estar orgullosos de lo que conseguimos. Pasamos de ronda y ahora nos toca hacernos un hueco entre los mejores de Sevilla. Toca disfrutar de los momentos buenos que seguro que llegarán. Mucho me temo que también nos tocará sufrir, ya que el nivel de los Clubes contra los que nos enfrentaremos es muy alto, pero nunca daremos una batalla por perdida antes de haberla disputado.
¡Enhorabuena equipo!
1 comentario:
Fantástico día :D
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